La propuesta de hoy es la de un cake clásico entre los clásicos, el famoso Upside down citrus cake o Cake alrevés de cítricos. Sin duda es el cake más húmedo, esponjoso, tierno y con toque ácido, que existe.
Pero todo no acaba ahí, es un cake colorido, que ofrece mil posibilidades (puedes utilizar la variedad de cítrico que más te guste: naranjas, mandarinas, pomelos, naranjas sanguinas, etc) y con mucho sabor.
Hacía mucho tiempo que quería hacerlo y la verdad es que ha merecido la pena, es ideal en estas fechas del año en las que los cítricos están de temporada y en su mejor momento.
¡Anímate a hacerlo, te aseguro que os va a encantar!
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Ingredientes:
Para molde de 18 cm Ø
- 250g de harina de repostería
- 50 g de harina de almendras
- 60 g de azúcar de coco
- 60 g de azúcar moreno
- 130 g de zumo de cítricos (naranja, pomelo, naranja sanguina …)
- La ralladura de 2 cítricos (naranja, pomelo …)
- 130 g de leche
- 90 g de aceite de girasol
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
Empezamos por preparar la capa de cítricos que irá en la base del molde, para ello adaptar en la base y laterales del molde, papel de horno. En la base (ya sobre el papel de horno) rociar un poco de azúcar y colocar rodajas de unos 5-6 mm de grosor de cítricos (naranjas, mandarinas, pomelo, naranjas sanguinas …). Reservamos mientras elaboramos la masa del bizcocho.
En un bol tamizamos y mezclamos los 2 tipos de harina, la levadura en polvo, la sal y los 2 tipos de azúcar.
Añadimos poco a poco y sin dejar de mezclar, el zumo y la ralladura de cítricos, la leche y el aceite de girasol.

Una vez que tenemos una masa homogénea, la vertemos en el molde sobre la capa de rodajas de cítricos y metemos el molde al horno (precalentado a 160ºC).
El tiempo de horneado será de unos 50-55 minutos o hasta que, al insertar un palillo en el bizcocho, éste salga limpio sin restos de masa cruda.
Retiramos el molde del horno, lo dejamos templar unos 10 minutos y seguidamente desmoldamos.
Nivelamos la parte superior del bizcocho (que, al colocarlo en el plato, será la parte de abajo) para que quede nivelado el cake en el plato o stand en el que lo vayamos a presentar.
Dejamos el bizcocho a temperatura ambiente sobre una bandeja de rejillas hasta que se enfríe por completo.
Antes de servir, podemos pincelar la superficie del cake con un poco de almíbar y espolvorear trocitos de pistacho (opcional).
Un cake super húmedo, tierno, esponjoso y sobre todo con un toque ácido espectacular.



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